domingo, 4 de noviembre de 2012

Diario Reflexivo 7


Tras pasar otra semana en el centro de salud, esta no ha sido muy diferente a las anteriores exceptuando el miércoles que pase consulta con la matrona.

Pasar consulta con la matrona es muy diferente a una consulta normal. Se pueden realizar diferente tipos de consulta, pero yo comentare las que realice el miércoles. Primera visita para abrir la cartilla de embarazo, en esta consulta como bien he dicho se le abre una cartilla para seguir el control del embarazo, pesamos a la madre para ver cuánto va engordando según trascurre el embarazo, se le toma las constantes, se le pide una analítica para ver que todos los parámetros son normales, se pregunta por antecedentes de enfermedades en la familia, por intervenciones quirúrgicas anteriores de la madre y se les hace una serie de preguntas del abucasis para salud pública (trabajo de los padres, nivel económico, etc..).
Otra consulta que he realizado (en este caso dos) son la primera visita tras el parto, ahí se le pide a la madre que  se ponga al niño al pecho para ver como mama por si necesita algún consejo, se le mira la episiotomía para ver como tiene los puntos, se le recuerda que tiene que empezar a hacer ejercicios de Kegel, y se apuntan todos los datos del bebe en la cartilla de embarazo y en la historia. En esta consulta se les cierra ya la historia.
También hemos realizado otras consultas para dar resultados de pruebas, para consejos de salud, etc. Y además la matrona ha realizado una citología en la que yo he podido observar y me ha explicado todo con mucho detalle.

En cuanto al resto de semana, en las consultas de enfermería realizamos las mismas pruebas de siempre, aunque no podemos decir que las consultas sean iguales porque cada persona/paciente es un mundo diferente. En cuanto a mi paciente elegida para hacer el PAE que debo entregar, como se trata una paciente que se encuentra en el programa ECA (Enfermedades Cronicas Avanzadas) solo se visita una vez al mes, pero como estoy realizando el trabajo sobre ella la visitamos una vez por semana, y esta semana no nos ha abierto la puerta del domicilio (ya es la segunda vez) por lo que no he podido realizarle la parte del trabajo que me correspondía, espero que la próxima semana esté en casa ya que es la última visita que realizare antes de marcharme del centro de salud. Con este ejemplo, volvemos a ver como se descuida la asistencia sanitaria, tenemos la suerte de tener un enfermero y un médico que se desplazan al domicilio a realizar el seguimiento de un paciente y en este caso los familiares no están en casa y no abren la puerta (a sabiendas que ese día nos desplazábamos al domicilio), el desplazamiento de este personal sanitario supone un gasto de tiempo y dinero innecesario, ya que no se ha atendido al paciente y hay que volver de nuevo.

Por último, comentaros un pequeño "problema" al que nos hemos enfrentado muchos días, aunque tanto mi compañera como yo no le hemos dado importancia hasta esta semana ya que yo personalmente me sentí bastante mal, decepcionada, deprimida (no sabría definirlo con la palabra exacta).
Por las mañanas al realizar extracciones muchas personas al vernos jóvenes y no ser conocidas del centro de salud tiene un poco de repara de que les hagamos la extracción nosotras, y siempre nos comentan “pincha bien”, “haber si no fallas”, “haber si no lo haces mal”, “¿me vas a pinchar tu? Es que tengo las venas muy mal”, etc. En muchas ocasiones ponemos el compresor, intentamos palpar la vena y en el caso de que no la tengamos clara siempre llamamos al enfermero, nunca pinchamos por pinchar. La cuestión de esta reflexión ha sido porque al pasar a una señora de edad avanzada para realizarle yo la extracción, su pregunta fue: “¿Es que me vas a sacar sangre tu? Eres muy joven, yo quiero que me lo saquen los de fuera” Ella quería que le pinchasen los tres enfermeros que había haciendo extracciones y todos estaban “entrados en años”. Intenté ponerle el compresor y me volvió a realizar la misma pregunta, por lo que llame al enfermero para que lo hiciese él, pero no lo hizo, simplemente le pregunto a la señora que porque no quería que le sacase yo la sangre y dijo que era muy joven. El enfermero dijo que la sangre la sacaba yo y él se quedaba al lado, y la mujer decía que tenía las venas muy malas. Puse el compresor y la vena era perfecta, me dijo el enfermero que pinchase yo y tras sacar los tubos que correspondía y decirle a la señora que había terminado me dijo que se lo había hecho muy bien, que no se había enterado y que sentía si me había ofendido diciendo que no quería que le pinchase yo, que aunque fuese joven sí que sabia pinchar. Ya me habían dicho varios pacientes que era muy joven y se extrañaban de que los atendiese yo, pero con la vivencia que os acabo de contar se colmo el vaso.


Con esto yo me pregunto, si soy estudiante de 4º de enfermería, me quedan alrededor de 7 meses para terminar la carrera y si con suerte encuentro un trabajo al terminar, ¿voy a seguir siendo tan joven para no saber hacer las cosas?, dudo mucho que en 7 meses aparente la edad que mucha gente quiera que tenga la enfermera que le atienda. Personalmente hablando de mi creo que el día de mañana cuando termine la carrera y salga trabajando no seré perfecta (pero nadie lo es), no tendré la misma práctica, habrá cosas que me falten por aprender ya que con esta carrera siempre seguimos aprendiendo, pero tendré ganas de trabajar, de mostrar mis habilidades y conocimientos, de poder ayudar, tratar y cuidar a pacientes y de hacerlo todo lo mejor posible, porque me gusta ser enfermera y me gusta mi trabajo, y yo sí que espero que el día de mañana pueda tener un estudiante al que enseñarle todo lo que a mí me han enseñado y todo lo que se.  




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